Albert Pla y Peyu se unen para hacer una comedia: HAMLET. Detrás del título se esconden los tira y afloja de la convivencia de dos compañeros de una habitación de hospital: la habitación 313, concretamente. Los supersticiosos pensarán que es un lugar propicio para que ocurra algún tipo de desgracia: ¿quizás una muerte? ¿O dos incluso? ¿Tal vez tres? Tampoco tiene por qué morir nadie. Los hospitales también son escenarios de vida, es donde hemos nacido buena parte de los humanos. En la 313 suceden muchas cosas, quizá no tantas como en Hamlet, pero seguramente más preocupantes, porque comparado con la vida real, HAMLET es una comedia.