El Big Bang generó la tontería más grande que ha existido nunca: la humanidad. Y la humanidad, a su vez, creó a Gerard Borrell, un tonto de los que cae bien o eso se cree él.
Ahora, para seguir el asombroso ciclo de la vida cósmica, Gerard Borrell vuelve con su mítico show de magia y comedia, el clásico de siempre, pero con más tontería que nunca. Y mira que el listón estaba muy alto.
Su único propósito interestelar es liarla parda y, por ello, no es imprescindible haber estudiado, porque aquí no hay exámenes, ni universitarios frikis, ni juegos de rol; solo se requiere un público predispuesto a todo, con ganas de pasarlo bien y, sobre todo, reír sin prejuicios.